La carreta: drama en tres actos

…La Carreta es obra de teatro. Hay que verla en las tablas para poder juzgarla en su verdadera naturaleza. Pero es imprescindible leerla para entablar el diálogo con el autor en el silencio de la lectura atenta y recogida. ¡Tienen tanta vida estas estampas y provocan tantos comentarios!

Conclusiones

La Carreta se salva de las limitaciones regionales, evade las prédicas de redención social, soslaya el pintoresquismo, y se adentra en la entrada del drama puertorriqueño, el ser o no ser de un pueblo entero. El autor mantiene la trama en un plano estético, se ciñe a un esquema tradicional en la forma, tiene el dominio de la palabra justa, sabe aprovechar los elementos líricos y poéticos con sobriedad, y todo lo ata con armonía, sin per­der el hilo del tema central. Por eso es buena la obra, por eso tiene aliento universalista no obstante el sabor tan boricua del lenguaje, el gesto y el concepto vital de los personajes.

Al terminar de escribir esta apreciación crítica provocada por la lectura de La Carreta he confirmado con júbilo que mis juicios coinciden con los de otros lectores. José Luis González, cuentista y novelista puertorriqueño, escribe:

“La Carreta es una de las mejores obras de teatro —y de literatura en general— que se han creado en Puerto Rico. De las mejores, porque está bien escrita y bien sentida, es decir, porque dice de una hermosa manera l que hay que decirles hoy a los hombres y mujeres de Puerto rico… (María Teresa Babín)