La segua y otras piezas

Alberto Cañas (Costa Rica, 1920) ha logrado definir en forma singular la conciencia de su país, en una secuencia de novedosas e interesantes piezas teatrales. Con ironía, con agudeza, Cañas ha trasladado a escena personajes y situaciones que reflejan costumbres, ideas, preocupaciones propias de la burguesía criolla. No es el suyo un teatro de protesta, de afiche o cartel, sino de análisis y penetración de psicologías que podrían ser el prototipo de una o más clases. La estructura de sus piezas tiene el toque necesario que las salva de la frivolidad. La anécdota o la mera reunión de actores. Su labor constituye así un punto partida del nuevo teatro costarricense.
Un hilo invisible acerca al espectador a los hechos, confrontándolo, pero sin insultar su dignidad, poniendo en sobre aviso a su conciencia. El amor y los prejuicios sociales, la muerte y la posibilidad de retorno, el pasado y el presente conjugándose en la grandeza y la miseria humana. Hasta mitos tan conocidos como La segua adquieren nueva dimensión en el teatro de Cañas, sobrio en el lenguaje, lleno siempre de sugestiones.
EDUCA presenta con satisfacción seis de las mejores piezas de Cañas: La segua (comedia en tres actos); Eficaz plan para resolver la desnutrición infantil, y de paso los problemas fiscales (acto único); En agosto hizo dos años (tres actos); Algo más que dos sueños (acto único); El luto robado (tres actos) y El héroe (acto único), todas ellas de gran valor literario.