El criollismo en la novelística chilena

Nota Preliminar: El cultivo del relato novelesco en Chile —cuento y novela— constituye un hecho digno de atención y estudio, tanto por el número de autores que a él se han consagrado y la alta calidad de las muchas obras que han producido, como por el comprobado proceso evolutivo que ha experimentado en el transcurso de este siglo.

Nuestros trabajos bibliográficos y la labor docente que hemos realizado en el extranjero nos han demostrado que los títulos y las figuras que enriquecen el repertorio del cuento y la novela de Chile son numerosos y respetables. Hay obras que han logrado darse a conocer en el extranjero —El socio, El hermano asno, Gran señor y rajadiablos, Zurzulita, Hijo de ladrón, Alsino— pero, al mismo tiempo se encuentran otras menos afortunadas que, sin carecer de méritos, han debido conformarse con el aplauso local que se les dispensa en una que otra columna periodística. No nos parece justo conformamos con que nuestros valores permanezcan en tal situación de desmedro.

Es un hecho comprobado que hay autores chilenos a quienes no se les escatima un lugar permanente en los manuales, guías y panoramas de las letras hispanoamericanas porque la crítica tradicional concuerda unánimemente, desde hace tiempo, en que su talento ha dado frutos de alto valor, pero éstos no pasan de unos cuantos agraciados —Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Pedro Prado, Eduardo Barrios. A otros, sin embargo, se les menciona de pasada y quedan en posición poco airosa, a pesar de su aporte al desarrollo de las letras continentales— Alberto Blest Gana, Vicente Huidobro, Luis Durand. No creemos que esta discriminación sea justa, si bien, a lo mejor, debiéramos confesar que a todos nos cabe algo de culpa en la perpetración de este hecho consumado.

El estudio de la novelística chilena, en especial la del siglo XX. ha de significar, a nuestro parecer, algo más que una mera lista general o selecta, exhaustiva o “personal”, de nombres y títulos a los cuales se añadan, ciertas y determinadas características. En efecto, ella representa la clara expresión de una personalidad nueva poseedora de un espíritu revelador de firmes actos de voluntad destinados a identificar con rasgos inconfundibles, la vitalidad palpitante en el conjunto de circunstancias humanas, ambientales e históricas de la realidad chilena íntegra.