Aquellos años.

Los años de Julio Feo en la Moncloa, que de forma amena y abierta describe en su libro, están teñidos de sinceridad y de realismo. Pero a nadie puede molestar este estilo que, inspirado por una absoluta lealtad a la persona a quien servía –el Presidente González–, no hiere a nadie con saña y en todo caso está inspirado por un juicio sutil, benévolo y hasta piadoso. Esa es la forma elegante de recoger con fidelidad hechos y acontecimientos, sin que en ningún momento surja la ofensa o aparezca el reproche. Y eso a pesar de que Julio Feo puede desatar en ocasiones un genio endemoniado.